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Las albóndigas sin carne más fáciles y rápidas del mundo

Mucha gente me pregunta que qué platos puede elaborar con mijo o con trigo sarraceno, porque compran y luego se ven que no saben qué hacer con él. Pues bien, hoy te traigo una receta para que pongas solución a ese problema, si es tu caso; o para que te animes a comprar cualquiera de estos dos ingredientes tan versátiles si no los conoces.

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Desde el día que por casualidad hice estas albóndigas, y el resultado fue tan bueno, no dejo de prepararla de vez en cuando. Y es que, por un lado, resultan muy fáciles de hacer, más si tienes ya los ingredientes listos. Se hacen en un pispás y están tan deliciosas solas que no necesitan ni salsa. Por otro, son una forma fantástica de incorporar cereales o pseudocereales a tu dieta variando la forma de presentación. Además, estas albóndigas te servirán como inspiración para hacer nuevas creaciones sin tener que estar todo el día en la cocina, y para que puedas variar de plato y de sabor cuando quieras.

Esta receta se hace con mijo, pero también la puedes hacer con trigo sarraceno. Del trigo sarraceno te hablé largo y tendido aquí, por si quieres saber lo interesante que resulta que lo incluyas en tu dieta.

Y nada, sin más dilación, aquí te dejo la receta de Las Albóndigas más fáciles  y rápidas del mundo.

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Contenido

Ingredientes para las albóndigas (unas 22 unidades)

  1. 230 gr mijo cocido

  2. 230 gr de papas cocidas

Especias:

  1.  1 cta de pimentón

  2. 1/2 cta de pimienta molida

  3. 1/3 cta de nuez moscada molida

  4. 1/3 cta de comino molido

  5. 1 cda de orégano

  6. Sal sin refinar al gusto

Ingredientes para la salsa de tomate (para las 22 albóndigas)

  1. 85 gr de cebolla picada

  2. 3 dientes de ajo picados

  3. 290 gr de tomate natural triturado

  4. 1 chorreón de vino blanco

  5. Sal sin refinar al gusto

  6. 1/3 cta de pimienta blanca

  7. 3 cdas de aceite de oliva

  8. Perejil picado para decorar

Elaboración de las albóndigas 

  1. En una ensaladera o bol grande pon las papas y cháfalas con un tenedor.

  2. Incorpora el mijo, la sal, las especias y el orégano.

  3. Mezcla bien todos los ingredientes. No te preocupes si el mijo se chafa al mezclarlo con los demás ingredientes porque para nuestra receta no tiene mayor importancia.

  4. A continuación, vete cogiendo pelotitas de la masa y vete dándole forma redonda. El tamaño de la albóndiga dependerá de como te guste.

  5. ¡TRUCO! Esta masa es muy sencilla de trabajar, pero si es necesario, mójate las manos de vez en cuando para que la masa no se te pegue y puedas hacer las albóndigas sin problema alguno.

  6. Coloca cada una de las albóndigas en una bandeja o en un plato llano grande.

  7. Cuando hayas terminado con toda la masa, reserva en la nevera mientras vas preparando la salsa de tomate.

Elaboración de la salsa de tomate

  1. En una sartén mediana pon a calentar el aceite de oliva. Cuando se haya calentado un poco (que nunca humee) añade la cebolla y los dientes de ajo picados. Baja a fuego medio para que no se te queme.

  2. Cuando ya hayas pochado la cebolla (vamos, que se quede medio transparente y un poco doradita), es el momento de echarle el tomate natural. Remueve bien todos los ingredientes, mantén el fuego medio y tapa la sartén.

  3. Cuando hayan pasado 5 minutos, añade un chorreón de vino blanco, la sal y la pimienta blanca. Remueve bien y deja que se siga cocinando.

  4. Mueve de vez en cuando y, cuando la salsa esté lista, retira del fuego. Habrán pasado 10 minutos aproximadamente desde que echaste la cebolla y el ajo a la sartén.

  5. Echa la salsa en el bote de la batidora de mano y, con cuidado de que no te salpique y te quemes, bate hasta obtener una salsa homogénea y suave. Como podrás comprobar, la salsa adquirirá un color anaranjado de lo más bonito.

  6. Utiliza la misma sartén para echar nuevamente la salsa. Pon a fuego medio y añade las albóndigas que habías guardado en la nevera. Tapa y deja a fuego medio unos 5 minutos para que las albóndigas se impregnen de la salsa.

  7. ¡¡Listas!! Sirve con un poquito de perejil picado y a disfrutar con una buena ensalada verde.


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Esta salsa de tomate quedaría estupenda también para las Albóndigas de trigo sarraceno al pimentón.

Como has visto, esta receta es muy sencilla, pero lo que más me gusta es que puedes obtener sabores totalmente distintos según los ingredientes que le quieras añadir. Piensa que tienes que usar dos ingredientes base: un cereal o pseudoceral y una hortaliza que «pegue» los ingredientes. Todo lo demás es cuestión de tus gustos y del sabor que quieras obtener. ¿Ves que fácil y qué versátil? Pues nada, sólo te queda ponerte manos a la obra. Y cuéntame, que estoy deseando ver qué tal te salen.

Un abrazo,


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