¡Por fin ha llegado el día! Después de un tiempo poniendo a punto la web y el blog, puedo ponerme a escribir. Por muchos detalles que queden todavía por arreglar y mis ganas de que quede todo perfecto, ahí voy, ¡a navegar!!
¿Te cuento la historia de este primer post? ¿Te digo qué ha sido lo que ha hecho que me lanzara al vacío sin paracaídas y sin red? Pues que, en realidad, no llevo paracaídas, pero sí un salvavidas. La historia del salvavidas es como sigue:
Estaba intentado encontrar inspiración para el primer post del blog, porque el primer post tiene que ser muy especial ¿no? Y claro, en busca de la musa que me hiciera arrancar o lo que fuera necesario para poder ponerme manos a la obra de una vez por todas y no excusarme en “desperfectos” y en todavías-no, encontré una frase en mi agenda que me pareció muy propia: Follow your dreams. They know the way (Sigue tus sueños. Ellos conocen el camino). Así que pensé “Esperanza, déjate de buscar tanta inspiración, de querer hacerlo todo perfecto y de que salga todo de diez…sigue tus sueños, que al parecer ellos conocen el camino”.
Lo siguiente que me vino a la cabeza fue la idea de poner la frase en una tarjetita de esas chulas que había visto en miles de blogs y utilizarla en un documento de Word como leitmotiv de mi primer post. “¿Por qué no? Quizá te sirva para arrancar de una vez por todas”. Así que decidí cerrar el programa que tenía abierto en ese momento y ponerme manos a la obra. Lo importante era escribir ya ese primer post. No esperar más tiempo. Y lo que ocurrió fue que, no sé a qué botón le di, pero lo siguiente que vi en mi pantalla fue la imagen de una niña. Ahí estaba ella con unos prismáticos asomándose al mundo, con una maleta de viaje debajo de ella, un salvavidas cerca y una sonrisa. Me pareció tan oportuna la imagen…
Así me sentía y me siento yo: como una niña pequeña con ganas de mirar más allá, con ganas de embarcarse en un viaje diferente, en un viaje en el que pueda ayudar a muchas personas a estar bien, a sentirse fenomenal, a que tengan ganas de disfrutar de la vida. Y ¿quién sabe? Quizá un día, esa niña se convierta en el salvavidas de otra persona, y ésta sienta lo maravilloso que es navegar por aguas tranquilas. Así que espero encontrarte cada día que salga a navegar ¿te apuntas?
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