Aquí estamos nuevamente para empezar la semana con una idea para llenar tu mesa de sabor y salud. Como ya habrás podido observar por el título, ¡¡no es una receta dulce!! ¿Increíble, verdad? Jajaja. Ya te fui avisando en la newsletter de la semana pasada que la próxima entrega sería un plato salado (si quieres recibir la newsletter, te puedes dar de alta en la página de inicio o aquí).
La cosa es que tengo miles de recetas en la cabeza para compartir contigo, tantas dulces como saladas, pero la verdad es que, cuando me tengo que decidir cuál va a ser la siguiente, quiero compartirlas todas ya, jajaja. Pero bueno, lo que he hecho para la receta de hoy es preparar la que se me apetecía comer. Quizá, al ser mi primera receta salada, tenía que haber meditado más sobre cuál era la idónea, pero, vamos, últimamente estoy por la labor de dejarme llevar e improvisar. Trabajo mi perfeccionismo al máximo para evitar que me impida actuar y es una gozada, te lo aseguro. Así que, aquí tenemos esta receta que ayer mismo me cené y que está buenisísima. Lo mejor de todo es que tiene mil variantes posibles, así que la puedes adaptar a tu gusto sin problema.
Al escribir la receta he puesto bastantes pasos para que quedara bien explicadita, pero, en realidad, es una receta rápida. Cuando la hagas una vez, verás que no tiene mucha labor ni previa ni de ningún tipo. Así que, de verdad, tienes que hacerla porque no te vas a arrepentir.
Contenido
Ingredientes para los bocaditos
¼ de cebolla
1 diente de ajo
3 cucharadas de semillas de girasol
2 cucharadas de semillas de sésamo
1 cucharada de tamari
1 cucharita de Garam Masala
125 gr de tofu
3 cucharadas de harina de garbanzo
Notas sobre los ingredientes
Las semillas de girasol puedes cambiarlas por semillas de calabaza.
El tamari es la salsa de soja sin gluten. Si lo prefieres, puedes añadir salsa de soja, e incluso puedes omitirla.
No eché sal porque quedan bastante sabrosos. Si no le echas tamari, quizá puedes añadirle un poquito de sal para darle el punto necesario.
El Garam Masala es una mezcla de especias muy utilizada en la cocina india. La mezcla depende de la zona, pero, en general, suele llevar: canela, clavo, nuez moscada, pimienta negra, semillas de cardamomo verde o cardamomo negro. Si no tienes Garam Masala, haz tu propia mezcla de especias según tu gusto, seguro que te queda igual de bueno, o mejor.
Si no tienes harina de garbanzo, puedes añadir almendra molida u otra harina, aunque la harina de garbanzo es una harina muy utilizada en este tipo de cocina y le da un gusto diferente. Hoy en día la encuentras en muchos supermercados. Incluso, si tienes una batidora muy potente, la puedes elaborar tú. De todos modos, lo importante es adaptarla a lo que tengas en la despensa.
Ingredientes para el rebozado
Agua
Harina de garbanzo u otro tipo de harina o pan rallado (dependiendo de si consumes gluten o no).
Elaboración
1. Pica bien la cebolla y el ajo. Reserva.
2. Desmenuza el tofu con la mano. No hace falta que quede todo exactamente igual. Reserva.
3. En una ensaladera grande echa todo los ingredientes (ajo, cebolla, tofu, semillas de sésamo y de girasol, tamari, Garam Masala y harina de garbanzo).
4. Mezcla bien todos los ingredientes con una cuchara o una espátula. Si lo prefieres, puedes continuar mezclando con las manos.
5. Prepara el sustituto del huevo. En un bol pon harina de garbanzo (unas cinco cucharadas) y agua de beber. Las cantidades dependerán de la harina de garbanzo que utilices, por eso es algo que se hace más bien a ojo. Mezcla hasta alcanzar la consistencia de un huevo batido. No tengas miedo con este paso, a medida que vayas haciendo esta mezcla, sabrás con más claridad las cantidades justas que necesitas. Por otro lado, en un plato, pon harina de garbanzo o pan rallado.
6. Con la mano forma los bocaditos: coge un pellizco grande de la mezcla y dale la forma deseada con las manos (yo los dejé como si fuesen una croqueta cuadrada y aplastada, pero puedes hacer bolitas que quedan muy monas). Para que este paso sea más fácil, recuerda tener las manos húmedas.
7. A continuación, vamos a “empanarlos”. Para ello pasa el bocadito por el “huevo” batido (si, una vez que lo haces, ves que le falta líquido, añádele agua antes de rebozar el siguiente bocadito. Si ves que se te ha quedado muy acuoso, añade harina y vuelve a mezclar). Seguidamente pasa por la harina de garbanzo. Reserva en un plato y vuelve a repetir este paso hasta que te quedes sin la masa de los bocaditos.
8. Cuando tengas todos los bocaditos preparados y rebozados, fríe en un poquito de aceite de oliva: primero por un lado, luego le das la vuelta y fríes por el otro. No hace falta que añadas mucho aceite, con cubrir hasta la altura de un dedo, tienes suficiente. Asegúrate de que el aceite no humee en ningún momento.
9. Según vas friendo los bocaditos, vete sacándolos en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
10. Cuando se hayan enfriado un poquito, ya sabes, toca lo mejor: ¡disfrutar!
Lo bueno de estos bocaditos es que están deliciosos calentitos (cuidado que están tan ricos que vas a querer hincarle el diente antes de que se hayan enfriado un poquito), pero también están muy ricos del tiempo. Los puedes acompañar con un buen plato de ensalada o con unas verduras a la plancha. Es una comida más que completa con el tofu y las semillas. Además, puedes usarlos para un picoteo y acompañarlos con una salsa rica como ves en la foto (en mi caso puse un poquito de tahini -que es crema hecha a partir de semillas de sésamo, añadí un buen chorreón de limón y mezclé. Sencillo, pero sabroso). También puedes llevártelos en un tupper a la ofi, a la playa o al campo. Cuando los hagas, se convertirán en un plato de tu cocina, créeme. Así que, ya sabes, sólo te queda prepararlos y disfrutarlos.
Un abrazo,
PD: se me ocurre que puedes añadirle un poquito de cilantro o perejil picadito. Tienen que estar para chuparse los dedos. Cuéntame qué te parecen y, si los preparas, cuál ha sido tu versión.
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