Aquí estamos manos a la obra. Hoy ya nos dejamos de metáforas de barcos, rumbos, viajes y destinos y nos ponemos a trabajar en serio, porque hay mucho que hacer, que me lo huelo.
Y ¿por dónde se empieza? Pues, normalmente, que no siempre, pues por el principio. Y ahí es de donde yo voy a partir. Que no, que no, que no empiezo con las metáforas, jajaja. Para mí el principio es definir lo más importante que tiene cualquier ser humano: salud. Sin eso no somos nada. Así que ahí os dejo mi definición de salud. Es lo que yo busco cada día, lo que busqué cuando hace unos años perdí mi salud física y todo mi mundo se puso patas arriba.
Sí, ésta es mi definición. No la he buscado en ningún sitio. Me ha salido tal cual lo siento. Quizás muchos no estén de acuerdo conmigo, pero me permito la licencia de darla por válida, jajaja.
Creo que no hace falta explicar mucho que, para tener salud, no sólo tienes que sentirte bien físicamente, sino que tienes que tener ganas de vivir la vida y saber cómo disfrutarla de manera sana. No nos vamos a meter en debates filosóficos sobre todo lo que podría hablarse de este tema, así que, como sé que estás entendiendo a lo que me refiero, lo dejamos así.
Para mí estos puntos son como pinceladas de lo que es la salud. Y como cada uno pinta el cuadro de su vida del color que quiere, puede elegir los colores que más le gustan. Estos son los míos ¿qué te parecen? ¿Compartes conmigo cuáles son los tuyos? Estoy deseando que me cuentes un poquito.
PD: jajajaja, sí, al final terminé metaforeando. No tengo remedio.