«Las enfermedades autoinmunes son un problema de salud importante». Así figura en la hoja informativa de la American Autoimmune Related Diseases Association (la Asociación Americana de Enfermedades Autoinmunes). Y es que desgraciadamente el número de personas con enfermedades autoinmunes es cada vez mayor. Hoy vamos a analizar, dentro de todos los tipos de patologías autoinmunes, las siete enfermedades autoinmunes más frecuentes que quizá no conozcas y con las que te puedes encontrar.
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ARTRITIS REUMATOIDE
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que lleva a la inflamación de las articulaciones y de los tejidos circundantes. Sin embargo, esta patología puede afectar a otros órganos del cuerpo.
La artritis reumatoide puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente entre los 30 y los 50 años, siendo más frecuente en mujeres que en hombres en una proporción de cinco mujeres por cada hombre. Una de cada cien personas padece esta enfermedad.
Una de las características de esta enfermedad es la presencia de articulaciones hinchadas, dolorosas, enrojecidas, calientes y tumefactas. Las articulaciones que suelen estar más afectadas son las muñecas, los dedos de las manos, las rodillas, los pies y los tobillos. Ahora bien, los principales síntomas que presenta una persona con artritis reumatoide son lo siguientes:
1. Rigidez matutina que puede durar más de una hora.
2. Dolor articular, que a menudo se siente en la misma articulación en ambos lados del cuerpo.
3. Deformidad y limitación del movimiento de las articulaciones según la enfermedad va avanzando.
La persona que ha sido diagnosticada con esta patología presente normalmente otros síntomas como son: dolor torácico al respirar, dificultad para dormir, cansancio, malestar general, fiebre ligera, debilidad muscular, pérdida de apetito y, como consecuencia de peso.
Esta enfermedad autoinmune puede afectar también a otros órganos como son la piel, los vasos sanguíneos, los ojos, los huesos, los pulmones y el corazón.
DIABETES TIPO 1
La diabetes mielitus tipo 1 es una enfermedad autoinmune y metabólica que se caracteriza por la destrucción de determinadas células del páncreas, lo que conlleva a que este órgano no pueda secretar insulina. La insulina es la hormona que baja los niveles de glucemia (azúcar) en sangre y permite que entre a las células del organismo para poder ser usada como combustible. Sin la insulina suficiente, la glucosa se acumula en la sangre y las células no pueden usarla. Como consecuencia, los síntomas característicos de este tipo de enfermedad autoinmune hacen acto de presencia y la persona empieza a:
1. Estar muy sediento
2. Estar muy hambriento
3. Sentirse cansado constantemente
4. Orinar con mucha frecuencia
5. Tener los pies entumecidos o con hormigueos
6. Tener visión borrosa
Sin embargo, estos síntomas pueden agravarse y llevar a que la persona presente dolor de cabeza, hambre, nerviosismo, palpitaciones, temblores, sudoración, debilidad, náuseas o vómitos, dolor de estómago y sea incapaz de retener líquidos. Si los niveles de glucosa permanecen altos en sangre, con el tiempo, pueden causar problemas serios en el corazón, en los ojos, en los riñones, los nervios, las encías y los dientes.
Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero se diagnostica normalmente en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Las personas con este tipo de enfermedad autoinmune tienen que tomar insulina de por vida.
LUPUS
Este tipo de enfermedad es un claro ejemplo de enfermedad autoinmune sistémica, es decir, que no afecta a un sólo órgano, sino a distintos sistemas. El ataque del sistema inmunológico se produce, por tanto, a cualquier célula o tejido sano. La piel, los riñones, el sistema cardiovascular, el sistema respiratorio y el sistema nervioso son los más afectados por esta patología.
Como consecuencia, los pacientes con lupus presentan multitud de síntomas:
1. Manifestaciones generales: malestar general, fiebre, cansancio, falta de apetito y pérdida de peso.
2. Manifestaciones musculo-esqueléticas: artritis (inflamación articular); dolores musculares y la osteonecrosis (muerte del hueso que colapsa).
3. Manifestaciones dermatológicas: fotosensibilidad; erupción malar, también conocido como eritema en alas de mariposa (como se ve en la imagen justo debajo); pápulas o placas; alopecia; úlceras orales y nasales; fenómeno de Raynaud; nódulos subcutáneos; etc.
4. Manifestaciones renales: los pacientes con lupus pueden desarrollar diferentes formas de enfermedades renales.
5. Manifestaciones cardíacas: pericarditis, miocarditis, endocarditis.
6. Manifestaciones neurológicas: disfunción cognitiva, convulsiones, cuadros tromboembólicos cerebrales, neuropatía periférica, psicosis, ansiedad, depresión, manía, etc.
7. Manifestaciones pulmonares: pleuritis, neumonitis intersticial, hipertensión pulmonar, disnea, tos, etc.
Desgraciadamente también hay manifestaciones gastrointestinales, hematológicas, endocrinas, oculares, etc.
TIROIDITIS AUTOINMUNE O ENFERMEDAD DE HASHIMOTO
La tiroiditis autoinmune o enfermedad de Hashimoto es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario afecta a la glándula tiroides. Esto supone, por lo general, una disminución de la función de esta glándula, que se encuentra en el cuello, justo debajo de la nuez de Adán, sobre la tráquea. La tiroides se encarga de regular el metabolismo del cuerpo y regula la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas.
Los síntomas que presenta una persona con este tipo de enfermedad autoinmune son los siguientes:
1. Cuello grueso o presencia de bocio
2. Dificultad para concentrarse o pensar
3. Fatiga
4. Piel seca
5. Estreñimiento
6. Aumento de peso
7. Pérdida de cabello
8. Menstruaciones irregulares y abundantes
9. Rigidez articular
10. Intolerancia al frío
11. Hinchazón facial
La enfermedad de Hashimoto puede darse a cualquier edad, pero lo más frecuente es que se dé en mujeres de mediana edad. Desgraciadamente, como ocurre con muchos tipos de enfermedades autoinmunes, la tiroiditis autoinmune puede venir acompañada de otras patologías de esta índole.
ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es, en realidad, un conjunto de enfermedades que afecta al tubo digestivo (desde la boca al ano). La EII se conoce por causar inflamación crónica en los intestinos principalmente, aunque también puede causar artritis, es decir, inflamación de las articulaciones. Este tipo de enfermedad autoinmune engloba dos enfermedades: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
Según puedes ver en la siguiente tabla extraída de la Wikipedia, los síntomas de ambas enfermedades son los siguientes:
Ambas enfermedades autoinmunes presentan diferencias. Por un lado, el área afectada en el caso de la enfermedad de Crohn es cualquier parte del tubo digestivo (desde la boca al ano), mientras que en la colitis ulcerosa se limita al colon. Otro aspecto importante que las diferencias es que, en el caso de la enfermedad de Crohn, el intestino delgado es la parte del tubo digestivo que tiene una mayor afección, lo que origina granulomas y fístulas. En el caso de la colitis ulcerosa, no hay lesión del intestino delgado, ni tampoco causa granulomas ni fístulas.
Las manifestaciones extraintestinales de la enfermedad inflamatoria intestinal se producen en las articulaciones, la piel, los ojos y las vías biliares.
CELIAQUÍA
La enfermedad celiaca es una patología causada por el daño en el revestimiento del intestino delgado, producido por la reacción a la ingesta de gluten. El gluten es una sustancia que se encuentra en determinados cereales y en aquellos alimentos elaborados con estos ingredientes.
Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) los síntomas más frecuentes de la enfermedad celíaca son los siguientes:
1. Pérdida de peso
2. Pérdida de apetito
3. Fatiga
4. Náuseas
5. Vómitos
6. Diarrea
7. Distensión abdominal
8. Pérdida de masa muscular
9. Retraso del crecimiento en los niños
10. Alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, tristeza, etc.)
11. Dolores abdominales
12. Meteorismo
13. Anemia
Sin embargo, la sintomatología es muy diversa, lo que dificulta el diagnóstico de la enfermedad. Pérdida de cabello, sangrado nasal, úlceras bucales, convulsiones, entumecimiento u hormigueo de manos y pies, picazón en la piel, cefaleas migrañosas, etc. son algunos de los diversos síntomas extraintestinales.
Como ocurre con otros tipos de enfermedades autoinmunes, las personas con celiaquía son más propensas a tener otras enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus erimatoso sistémico o el síndrome de Sjögren.
Esta enfermedad autoinmune puede aparecer a cualquier edad.
ESCLEROSIS MÚLTIPLE
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a la materia blanca del cerebro y de la médula espinal (la mielina), provocando la aparición de placas escleróticas que impiden el funcionamiento normal de esas fibras nerviosas.
La sintomatología resultante en las personas con esclerosis múltiple son problemas de coordinación y equilibrio, debilidad muscular, alteraciones de la vista, dificultad para pensar y memorizar, sensación de picazón, pinchazos o entumecimiento.
La aparición de nuevas placas escleróticas conlleva a una incapacidad que suele ser lenta, progresiva y, en muchos casos, irreversible. Sin embargo, según indica la Asociación Española de Esclerosis Múltiple, la evolución de la enfermedad es muy variable.
Como has podido comprobar con este artículo, estas 7 enfermedades autoinmunes son muy diferentes entre sí, pero tienen todas una misma base en común: el ataque que el cuerpo lleva a cabo sobre unas células y órganos que están sanos y que no deberían ser atacados. Además, quizá te sirva para entender mejor a mujeres con alguna de estas patologías: tu amiga, tu prima, tu tía… Y es verdad que conocer un poco más qué son estas enfermedades y los síntomas que experimentan, no resuelve nada, pero sin duda constituye un paso fundamental para comprender e intentar imaginar lo que es vivir con una enfermedad autoinmune.
Un abrazo,
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