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Qué hacer si tu hijo padece Artritis Juvenil

En el blog hemos hablado recientemente sobre la artritis autoinmune más común, la Artritis Reumatoide. En el post de hoy vamos a hablar sobre qué puedes hacer si esta enfermedad afecta a los pequeños de la casa. Te toca saber todo sobre la Artritis Juvenil.


Contenido


Qué es la artritis juvenil

Desgraciadamente, al igual que los adultos desarrollan distintos tipos de artritis, los niños también pueden desarrollar artritis. Como ocurre en el caso de los mayores, la artritis juvenil es una enfermedad autoinmune.


En este tipo de patologías el sistema inmune reconoce tejidos sanos y células sanas de su propio organismo como si fueran el enemigo a abatir, y los ataca. Como resultado, el cuerpo está en un constante estado de inflamación que causa todos los signos y síntomas propios de las enfermedades autoinmunes.


Artritis reumatoide infantil


Cuál es el término correcto para definir la enfermedad

Quizá hayas oído el término artritis reumatoide juvenil, artritis reumatoide infantil, artritis crónica o algún nombre parecido. Sin embargo, hay que aclarar que estos términos no son equivalentes. Veamos los aspectos más importantes de la terminología utilizada en torno a esta enfermedad.


El término artritis reumatoide juvenil es un término que se utilizaba en Estados Unidos para designar a un tipo de artritis que cursa en menores de 16 años (de ahí que se denomine juvenil). En Europa,  sin embargo, el término utilizado durante mucho tiempo fue el de artritis crónica juvenil.


Aunque se han utilizado como sinónimos estos dos términos, artritis crónica juvenil y artritis reumatoide juvenil, en realidad, no lo son. Y es que estos dos tipos de artritis presentan criterios diagnósticos distintos, según establece la Asociación Española de Pediatría.  


Sin embargo, después de que la International League of Associations for Rheumatology (Liga Internacional de Asocaciones de Reumatología) creara un grupo de trabajo que elaborara una clasificación homogénea, el término que se estableció, y que se utiliza en la actualidad es el de Artritis Idiopática Juvenil (AIJ).


La artritis idiopática juvenil es la artritis juvenil más frecuente. Esta artritis engloba un conjunto de artritis inflamatorias crónicas pediátricas (que cursan en menores de 16 años), de ahí que se denomine juvenil); y de causa desconocida, de ahí que se denomine idiopática (según el DRAE: dicho de una enfermedad, de causa desconocida).


Por tanto, no se trata de una única enfermedad, sino de varios tipos de artritis. Y es que, dentro de los distintos tipos de artritis idiopáticas juveniles, existen diferencias características que se dan en cada una de ellas, tanto en la clínica como en la genética.


Dentro de las artritis idiopáticas juveniles nos encontramos con las siguientes tipos:

  1. Artritis idiopática juvenil sistémica

  2. Artritis idiopática juvenil poliarticular FR (-) (Factor Reumatoide negativo)

  3. Artritis idiopática juvenil poliarticular FR (+) (Factor Reumatoide positivo)

  4. Artritis idiopática juvenil oligoarticular

  5. Artritis idiopática juvenil persistente

  6. Artritis idiopática juvenil extendida

  7. Artritis psoriásica juvenil

  8. Artritis relacionada con entesitis

  9. Artritis indiferenciada


Artritis idiopática juvenil

El diagnóstico de la artritis idiopática juvenil se realiza por descarte de otras enfermedades que cursan con una artritis crónica durante la infancia y la adolescencia. Es lo que se define como diagnóstico de exclusión. Esto significa que no existe ninguna prueba de laboratorio o de imagen que confirme dicho diagnóstico.


Sin embargo, existen otras patologías que pueden confundirse en apariencia con este tipo de artritis. Estas enfermedades son las que tienes a continuación:

  1. Sarcoidosis.

  2. Síndrome de Sjögren.

  3. Lupus erimatoso sistémico.

  4. Enfermedad de Lyme.

  5. Dermatomiositis.

  6. Diversos tipos de vasculitis.

Causas de la artritis juvenil

Como ya has podido leer en diversos artículos en el blog, en la actualidad no se sabe a ciencia cierta cuáles son las causas que originan que una persona desarrolle una enfermedad autoinmune


Desgraciadamente no podemos afirmar con total seguridad qué es lo que hace que una persona desarrolle una patología autoinmune, o qué es lo que hace que desarrolle un tipo concreto y no otro. Sin embargo, se barajan diferentes factores como los causantes de que un niño o un adolescente tenga este tipo de enfermedad.


Por regla general, el niño que padece artritis juvenil tiene una predisposición genética a desarrollar esta enfermedad. Esto significa que ha heredado una serie de genes que, al activarse mediante otros factores, originan que la enfermedad pase a estar activa.


Artritis crónica juvenil

Por tanto, uno de los aspectos que se tiene que tener muy en cuenta es que ni la artritis juvenil ni ningún otra enfermedad autoinmune es contagiosa, y es que un niño que tiene artritis juvenil ha experimentado, por así decirlo, un proceso de dos pasos, los cuales han originado que padezca esta enfermedad autoinmune.


El primer paso es una predisposición genética a desarrollarla. El segundo es un factor medioambiental que activa el gen o genes con los que ha nacido el niño. Entre estos factores medioambientales se encuentran hormonas, tóxicos, infecciones causadas por virus o bacterias, o un nivel elevado de estrés (sí, por desgracia, los niños y adolescentes también pueden sufrir estrés).


Qué es la artritis reumatoide juvenil


Síntomas de la artritis juvenil

Los síntomas de la artritis juvenil son muy parecidos a los síntomas que padecen los adultos que tienen artritis reumatoide. Estos síntomas siempre aparecen antes de los 16 años, por eso se le denomina juvenil. Sin embargo, los síntomas de esta patología pueden presentarse ya desde los 6 meses de edad.


Las manifestaciones características de la artritis juvenil son inflamación, dolor y rigidez de las articulaciones. De hecho, lo primero que suele producirse es una una inflamación de la membrana sinovial.


La membrana sinovial va aumentando su grosor y va acumulando mayor cantidad de líquido sinovial de lo normal. Esto origina que la cápsula y los ligamentos se distiendan. Como consecuencia de esta inflamación, la articulación se presenta hinchada, enrojecida y caliente.


Artritis juvenil

Otros síntomas que también pueden darse son los siguientes:

  1. Cojera en la mañana, dado que las rodillas están rígidas.

  2. Pérdida de movimiento.

  3. Torpeza excesiva.

  4. Lumbago que no desaparece.

  5. Piel pálida y apariencia de enfermo.

  6. Fiebre alta y repentina.

  7. Sarpullido que va y viene con la fiebre (estas erupciones cutáneas aparecen en el tronco y en las extremidades).

  8. Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y de otras partes del cuerpo.

  9. Inflamación del hígado.

  10. Inflamación del bazo.

  11. Inflamación en los ojos.

  12. Dolor ocular que se puede intensificar cuando se mira a la luz (fotofobia).

  13. Cambios en la visión.

  14. Problemas de crecimiento.

  15. Crecimiento disparejo de los huesos y las articulaciones.


Artritis infantil

Como en la mayoría de las enfermedades autoinmunes, los niños que padecen este tipo de patologías van a tener períodos en los que los síntomas desaparecen o mejoran notablemente. A estos períodos se les denomina remisión. Por el contrario, los períodos en los que los síntomas empeoran se les llama crisis o exacerbaciones.


Cómo se diagnostica la artritis juvenil

El niño que empieza a presentar los síntomas descritos en el apartado anterior suele acudir en primer lugar al pediatra. Éste es el que, tras un primer examen físico y unas primeras pruebas, puede considerar aconsejable que el niño sea tratado por un reumatólogo pediátrico.


Las pruebas más frecuentes, cuando hay sospecha de artritis juvenil, son las siguientes:

1. Realizar un examen físico general.

2. Constatar los síntomas que presenta (sintomatología).

3. Averiguar cuáles son los antecedentes familiares (padres, hermanos, tíos o abuelos con enfermedades autoinmunes).

4. Llevar a cabo pruebas de laboratorio, es decir, un análisis de sangre para detectar marcadores como el factor reumatoide, anticuerpos antinucleares, determinados genes, etc.

5. Realizar radiografías para ver las articulaciones afectadas y el estado en el que se encuentran los huesos.

6. Realizar gammagrafía del hueso. La gammagrafía ósea es una prueba que se utiliza para diagnosticar y evaluar distintas enfermedades y condiciones de los huesos.

7. Llevar a cabo un electrocardiograma.

8. Solicitar un examen de los ojos a un oftalmólogo.


Síntomas Artritis Reumatoide Juvenil


Pronóstico de la evolución de la artritis juvenil

Normalmente cuanto mayor es el número de articulaciones afectadas por la enfermedad, más posibilidades hay de que esta patología se prolongue en el tiempo. Esto se traduce en que el niño presentará dolor crónico que le puede llevar a una discapacidad. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la enfermedad se vuelve inactiva y causa muy poco daño en las articulaciones.


Sea como fuere, es fundamental que, durante el período en el que el niño sufra las consecuencias de esta enfermedad, los padres o responsables del niño se pongan en contacto con profesionales que estén acostumbrados a trabajar este tipo de patologías. Ahora bien, no solamente el pediatra, el oftalmólogo o el fisioterapeuta forman parte de este grupo de expertos que debe trabajar por la salud del niño. Las enfermedades no se deben afrontar sólo desde el punto de vista físico.


Artritis juvenil idiopática

La salud de una persona, ya sea niño o adulto, tiene que trabajarse desde varios frentes. Al igual que es conveniente que el niño se mantenga activo, y que se consulte con un fisioterapeuta sobre el tipo de movimientos que debe o no debe realizar cuando el niño esté en medio de una crisis, también existe la necesidad de que le ayuden a gestionar las emociones que le genere verse, en muchas ocasiones, dolorido e incapacitado.


Si no se tiene en cuenta este aspecto, puede que el niño no sepa gestionar una situación tan particular como es la de tener una artritis juvenil. Porque quizá tenga la suerte de que la enfermedad remita, y sean nulas o mínimas las secuelas en su cuerpo, pero otra cosa muy distinta, pero igual de importante, es no haber sabido resolverlas correctamente a nivel emocional.


Un abrazo,


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