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¿Cuál es la solución de la medicina a las enfermedades autoinmunes?


Puedes leer este post mientras te tomas algo; o puedes escucharlo aquí, y mirar el cielo. Tú eliges ;-)



Cualquier persona que tiene una enfermedad autoinmune sabe que este tipo de patologías no tiene cura y que, además, al ser crónicas, se perpetúan en el tiempo, con lo que eso acarrea. Lo máximo a lo que puede aspirar la medicina oficial es a paliar los síntomas, los que pueden y hasta el punto en que pueden. En el post de hoy, te cuento porqué es así y qué tienes que tener en cuenta en tu proceso autoinmune para poder transformarlo.

 

ENFERMEDADES INCURABLES Y CRÓNICAS

Las enfermedades autoinmunes son, para la medicina oficial, incurables y crónicas. El especialista que lleva tu proceso te lo deja bien claro cuando le preguntas sobre cómo salir de esa situación en la que te encuentras y que ha destartalado tu vida hasta un punto que no creíste posible.

El hecho de que estas enfermedades hayan sido catalogadas como incurables se debe a que la medicina oficial no las puede curar; ni la medicina oficial, ni otro tipo de medicinas ni terapias alternativas (como, por ejemplo, la medicina ayurveda, la medicina tradicional china, la naturopatía, los pares biomagnéticos, etc.). Pero que ninguna de ellas haya llegado a curarlas ¿significa que sean efectivamente incurables?

La afirmación que hago de que ninguna puede curar este tipo de dolencias no es porque las rechace al creer que ninguna sirve. La verdad es que no defiendo a la medicina oficial ni a ningún otro tipo de terapias, pero tampoco las condeno. No creo en ninguna, y creo en todas. Y esto es así porque considero que todas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, todas tienen su momento y su cometido.

EL COMETIDO DE LA MEDICINA

La medicina estableció hace un par de siglos cuáles eran las funciones que le correspondía. Aunque estas tareas han experimentado algunos cambios, básicamente, en la actualidad, las funciones que le corresponde a la medicina son las siguientes:


1. Prevenir enfermedades y lesiones

2. Promover la conservación de la salud.

3. Aliviar el dolor y el sufrimiento causado por las enfermedades y las lesiones.

4. Cuidar y curar a quienes padecen enfermedad, y cuidar a quienes no pueden ser curados.

5. Prevenir la muerte prematura y posibilitar una muerte en paz.


Y aunque, como es lógico, cualquier persona que tiene un problema de salud quiere evitar el dolor y el sufrimiento, en realidad, cuando entra por la puerta de la consulta de un médico o de otro terapeuta, lo que pretende es que el problema con el que llega desaparezca cuanto antes. En otras palabras, la persona con una enfermedad autoinmune lo que quiere es que la curen, que la sanen.

Y es que ésa es precisamente la definición de sanar, restituir a alguien la salud que había perdido. Y con esa esperanza el enfermo confía, primero, en que le digan qué es lo que tiene exactamente, qué es lo que anda mal en su cuerpo; y, segundo, que pongan fin a su problema.

  • ¿Existe tratamiento que me pueda curar?

  • ¿La medicación me permitirá eliminar este síntoma?

  • ¿Podré hacer una vida normal y corriente si sigo esta terapia?

  • ¿Durante cuánto tiempo tendré que seguir así?

  • ¿La medicación tiene algún efecto secundario?

Estas eran algunas de las preguntas que yo me planteé durante los primeros años tras mi diagnóstico. Probablemente tú también te las hayas planteado en más de una ocasión. Pero, en realidad, las dos sabemos que hay un largo etcétera de interrogantes para los que en la mayoría de las ocasiones no se tienen respuesta segura.

Sin embargo, la cuestión que debería plantearse una persona con una autoinmune es qué es lo que, en definitiva, puede esperar por parte de las opciones con las que cuenta hoy en día (ya sea medicina oficial o terapias alternativas).

El COMETIDO DE LA MEDICINA OFICIAL

En el caso de la medicina oficial nos encontramos con que, lo más probable, es que tú, que tienes una de las casi cien enfermedades autoinmunes existentes, acudas a la consulta del especialista con dos objetivos: que, cuanto antes, reduzca los síntomas que tienes y que te hacen la vida bastante difícil y que, en algún momento cercano, ponga solución a lo que te está pasando. Y ¿qué te ofrece la medicina oficial?

La medicina oficial se define como aquella terapéutica que emplea medicamentos que producen efectos contrarios a los que caracterizan la enfermedad. Aunque esta definición que puedes encontrar en el diccionario de la Real Academia Española es insuficiente, porque no incluye otros tantos aspectos que le son propios, nos sirve como punto de partida.


Sabemos, pues, que una de las características fundamentales de la medicina oficial es el uso de medicamentos para poder tratar las enfermedades. Una vez que tienen claro cuál es la causa que ha originado un problema en el cuerpo, crean un tratamiento y eliminan, supuestamente, el problema.

Sin embargo, en la gran mayoría de los casos el objetivo de los medicamentos es paliar síntomas, es decir, mitigar la violencia de las manifestaciones de las enfermedades que, en algunos casos, ponen en peligro la vida de la persona; pero enfermo, lo que se dice enfermo, se sigue estando. Y, como es lógico, contar con esta posibilidad de paliar síntomas es maravilloso.

De hecho, no se puede negar que la medicina oficial ha llegado a avances increíbles que permiten que, prácticamente, cualquier urgencia, sea del tipo que sea (una fractura ósea, un infarto, un ictus, un reacción alérgica, etc.), pueda atajarse antes de que el resultado sea nefasto. Por tanto, es capaz de salvar vidas, y eso es una de las tareas primordiales de cualquier medicina.

Sin embargo, lo que nos interesa a nosotros es saber si realmente la medicina oficial podrá ayudarnos a sanar. Y lo que ocurre, en el caso de las enfermedades autoinmunes y en muchas de las patologías denominadas incurables y crónicas, es que, aunque sí pueden mitigar la virulencia de los síntomas, las causas que las generan se desconocen. De ahí que las hayan catalogado como incurables.

Así que a la pregunta de si la medicina oficial es realmente capaz de sanar, la respuesta es no. Sin embargo, llegados a este punto, podríamos dar un paso más allá y plantear la siguiente cuestión: ¿conseguirá la medicina sanar las enfermedades autoinmunes en el futuro?

EL COMETIDO DE OTRAS MEDICINAS Y TERAPIAS

Por otro lado, nos encontramos con otras medicinas y terapias, las llamadas alternativas, que tienen como ventaja que, para tratar problemas de salud, utilizan métodos mucho menos tóxicos e invasivos que la medicina oficial.

La gran mayoría de los tratamientos que prescriben este tipo de terapias no tienen efectos secundarios. Éso no significa que no sean peligrosos. Si una persona tiene un problema de hipertiroidismo, que tome durante un determinado tiempo yodo, por muy natural que sea esta sustancia, pondría en peligro su vida.


Pero, sin lugar a dudas, estas terapias en muchas ocasiones intentan ir un paso más allá en cuanto a la búsqueda y tratamiento de las causas. En la mayoría de los casos intentan ver al ser humano como un holus, como un todo, cuya salud se ve determinada por muchos más factores que los puramente físicos.

A pesar de que estas terapéuticas se quedan en tratar la enfermedad desde un lugar menos invasivo, siguen creyendo que a través de ellas se puede modificar el curso de lo que está ocurriendo en el cuerpo para sanarlo. Y esto es porque, al final, muchas tienen el mismo enfoque que la medicina oficial creyendo que, al suprimir el síntoma, curan la enfermedad.

Si le sumamos a esta intención represiva, el hecho de que, con frecuencia, en los casos graves, no tiene la capacidad para salvar vidas, las terapias alternativas tampoco son la solución definitiva ni a las enfermedades autoinmunes ni a los otros problemas de salud que el ser humano experimenta.

PARA CONCLUIR

En este artículo, he expuesto algunas ideas, a la vez que he dejado abiertas unas cuantas interrogantes. Si profundizas lo suficiente en unas y en otras, te darás cuenta de que afectan directamente a tu proceso autoinmune.

Puede que creas que lo que has leído no pueda aportar luz a la historia que estás viviendo, pero nada más lejos de la realidad. Para transformar un proceso autoinmune tienes que analizar muy profundamente tus creencias, entre las que se encuentra el aferrarte a un tipo de solución ajena a ti.


De modo que hacer una única lectura de lo que comparto contigo está bien, por supuesto, pero te recomiendo que confíes en el proceso y hagas, al menos, una segunda lectura. Permanece con esas preguntas que se han quedado en el aire y busca tus propias respuestas. Puede que te resulte pesado, pero es fundamental, créeme.

En el próximo artículo, vamos a continuar desbrozando todo este tema. Mientras, te animo a que profundices en todo esto, analices tus creencias e intentes responder a las preguntas planteadas porque, al final, es lo que te va a permitir tener la claridad necesaria para avanzar en tu proceso.

Te mando un abrazo,




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